miércoles, mayo 14, 2008

Inclán 250

Coronel Inclán 250, Miraflores, Lima, Perú.
Casa de los abuelos Andrés Bello y Anita Domínguez.

(Y del Mono).

¿Qué mejor para un niño llamado Mono -sí, Mono, aunque en el colegio le dijeran Andrés- que llegar a una casa con árboles robustos y de copas conectadas? La experiencia ganada en Chile, sobre las alturas de los paltos de Conchalí, o en aquella higuera de La Pincoya que siempre regalaba la i griega (Y) perfecta de madera para hacerse una honda, mientras en el ambiente resonaba la música aterradora de las balas de metralleta de aquel 1973 deleznable, se pone a prueba entre las ramas del lúcumo del fondo de Inclán 250, en Miraflores. En la copa, sobre la llamada “jaula del Gogo”, pastor alemán cuya fiereza convierte en juego de cachorritos la maniobra de destrozar, hacer añicos a punta de colmillo, el plato sólido de gruesa lata con su ración diaria de alimento teñido de camote.

El único Mono con cara de monkey face, cual Tarzán de musculatura esmirriada, de un brinco ya no está junto a las lúcumas que parecen trompos aromáticos con los que Mama Palí más tarde hará uno de sus postres fenomenales, sino que ahora cuelga del mango. Abajo el Gogo, “El Temido” (como el bajel pirata del poema, que así por su bravura llaman), bestia encolerizada por la agilidad del muchachito que con insolencia se pasea por sobre sus ojos iracundos cuales dos brasas, corre de lado a lado como energúmeno, ladrando con desesperación y tensando al máximo la gruesa cadena que le priva de libertad.

-Este flaco es puro hueso- podría relamerse en su desquiciado ir y venir: ¡Loncherita de perro!

El trapecista de 9 años en jardín miraflorino se deja caer a la pared que se oculta tras los cañaverales y, luego de reptar por ese muro lleno de arañas y telarañas, corta un metro y medio de bambú, le saca hojas y ramitas y ya tiene la espada del Corsario Negro. La de Maciste, la de Ben-Hur, la espada de todos los héroes de las series en blanco y negro que algunas tardes ve con su Papapa Andrés. Luego, equilibrista con la caña horizontal, marcha por la otra muralla, la de los plátanos -se llama Mono, le encantan, come un par- y erguido y con paso seguro, llega al vértice del parrón. Ya ha tenido suficiente. Mañana trepará hasta la punta del guayabo o, por fin, realizará la proeza imposible: saltar desde el segundo piso al árbol central, ese de varios brazos que no tiene nombre ni frutas, pero que se erige majestuoso en medio de la terraza, siempre visitado por palomas. Eso será mañana.

-¡Hola, tocayito!-. Andrés Bello, su tío el ingeniero, está pasando un buen día y silba con una entonación admirable sentado en la terraza. “Máximo, dale una de las pelotas que tengo confiscadas en el cuartito”, solicita a su empleado.
-¡Yeee!

Pocas cosas gustan más al niño Mono que jugar a la pelota. Sí, es verdad que goza trepando árboles, pero más le gusta jugar fútbol con su pelota de cuero. Es Teófilo Cubillas, el Nene y pasa horas y horas disparando al arco del portero Zape, que vaya cómo se parece a su hermano Tito. Cada golazo del Nene es un estruendoso ¡PAF! en el portón de madera del garaje. ¡Trata de tapar bien, pues, Zape! PAF – PAF – PAF: Máximo llega con la instrucción de re-confiscar la pelota. ¡Qué injusto! ¿Qué culpa tiene él de que Cubillas sea tan bueno para colocarla en el ángulo? ¿Qué culpa tiene de que su hermano Tito sea tan pésimo? Lo bueno es que llegaron los primos así que jugarán matagente con la pelota de plástico. Más tarde, segurito que la Viniball se juntará con la de cuero y tantos más balones en el cuartito chico del ingeniero. ¡Qué tal raza; qué culpa tenemos de que tengas tan buen oído, pues, tocayo!

“Mauro Mina vuelve al cuadrilátero. Y vean cómo aporrea el moreno. ¿Qué tal, Mauro, contra quién es la pelea?
No, simplemente estoy probando mi reloj Nivada”.
No sólo trepa árboles y murallas y domina con sutileza la redonda Nº 5, sino que también al niño Mono le gusta ver tele. Qué divertido le parece Trespatines, caray...
Réclames, otra vez. Peruano, recuerda: AHORRO ES PROGRESO: lunes y miércoles no podrás circular con tu carro...".

Qué mate de risa este Trespatines, caray, José Candelario Trespatines, siempre metido en problemas, jajajá...

-¿Justo ahora, Bueli? ¿Pero por qué justo ahorita?
-¡A la reja!

En círculo con doña Anita vieja linda, un batallón de nietos, justo ahora cuando el tremendo juez de la tremenda corte va a resolver el tremendo caso (y va a mandar a Trespatines a la cárcel), recita con esmero los misterios del rosario y sus eternas letanías. Hay una “cara larga”, larguísima, “¡cosa más grande 'e la vida chico!”. Pero el berrinche no durará mucho: la Bueli necesita encargar unas compritas y sabe cuánto le gustan los chocolates Sublime a su nieto predilecto. O las figuritas del álbum del Mundial Alemania 74.

-¿Y dónde compro, Bueli, voy al chino de Piura o donde Lola?
-No, anda aquí nomás, donde “El Antipático”.

El niño Mono ya ha pegado las figuritas de futbolistas. Le salió el holandés Johan Cruyjff, un flaco como él, mucho menos bueno que el Nene Cubillas. Está cansado, tendido en su cama del cuartito chico junto al baño, con un tomo de El Tesoro de la Juventud en las manos, leyendo por enésima vez alguna de las 'narraciones interesantes'. Le encanta la literatura, los cuentos que lee y los poemas que recita Papapa Andrés. La verdad es que admira a ese Andrés Bello, el doctor, más que a nadie en el mundo. Al revés, más que a todos. Ése señor sí que es su héroe, como el Corsario Negro y el fortachón de Maciste juntos. Porque impone autoridad sin jamás subir la voz y porque es tierno y sensible como el que más. No lo habrá descubierto su querido nietecito mayor lagrimeando hasta con las novelas de la tele, incluso en escenas de ninguna emotividad. ¡En las series de media tarde, “Papá lo sabe todo” o “Roma mi amor”, recomendadas por doña Anita, programas con moraleja, sanos como la revista Caretas sobre su mesa de noche, a la que ya le sacaron la penúltima página y su calata.

Andrés Bello ya ha sentenciado aquello de “silencio en la sala que el burro va a hablar...”. Anita Domínguez ya se ha aplicado su loción rosada con maravilla curativa llamada “el agua que inventó mi abuelita”. Las luces de la casona ubicada en Coronel Inclán 250 se apagan por completo.

La noche es obscura y tenebrosa como la de Antón, el achispado del poema que a veces declama Papapa. Abajo en el primer piso, la fiera descomunal de nombre Gogo transita lado a lado la terraza, cuidando la casa. Sus garras resuenan en el piso de baldosas. A veces ladra, por ratos aúlla, pero no se fatiga en su espera: Una mañana cualquiera, fruto de algún descuido, el niño Mono, ese “loncherita de perro”, va a salir al patio y lo hallará suelto. Ahí verá lo que es bueno.

Eso no pasó nunca, Gogo, en paz descansas. La negrita linda que es Mama Palí, con su cabello de algodón, siempre madrugó más que tú y te encadenó a tiempo, bestia asesina, al árbol de lúcumas para postre. Ahí mismo donde algún día, sobre tu cabeza, el único Mono con cara de monkey face trató de hacerse una casita con tablas y clavos.

8 Opiniones:

Blogger kany said...

Qué decir...sencillamente conmovedor.
Besos, bello Bello

8:28 p. m.  
Blogger CAROLINA MENESES COLUMBIÉ said...

Qué alegría, hay vida otra vez en este rincón.
Saludos

11:22 a. m.  
Anonymous Anónimo said...

recien encuentro este blog mi amor
tantos recuerdos lindos.
comentare en la familly para que te lean
te quiero como siempre o mas

8:35 p. m.  
Blogger Andrea Brandes said...

Que maravilla leerte, eres un tremendo escritor. Sigue escribiendo Andrés,regálanos tu futuro libro por capítulos en el blog. Retoma este oficio generoso.
se que cuesta, yo también tengo lo mío botado, pero vamos retomando y reconstruyendo estas amistades en el aire...

10:01 a. m.  
Blogger MANDALAS POEMAS said...

Hola, un placer visitarte.Una muy buena combinación de las letras con las imagenes. Te invito muy cordialmente a mi blog: www.mandalaspoemas.blogspot.com

Desde Barranquilla, Colombia te envío un fuerte abrazo.

Víctor

5:33 p. m.  
Blogger Sandra (Aprendiz de Cassandra) said...

Que apacible rincon... que cuidado hogar... aqui se arrullan las palabras para dejar semillas... aqui dan ganas de quedarse un ratito mas...

Gracias

1:33 p. m.  
Blogger Natho47 said...

¿Que paó con Aguirre bello?

10:44 p. m.  
Anonymous Anónimo said...

todo en estan vida cuesta, nada es de a gratis, el amor la amistad todo cuesta y no hablo de dinero sino de mucha otras cosas..
como por ejemplo el respeto al projimo..
etc...

atte
ejgg
reuermenme

12:49 p. m.  

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